Si utilizas gafas es porque las necesitas para poder ver con claridad, son un producto indispensable en tu día a día y además un complemento estético, ¿por qué no cuidarlas adecuadamente?.

¿Limpiarías la carrocería del coche con una camiseta en seco?

¿Cuántas veces a lo largo del día utilizas tu jersey o camiseta para limpiar las lentes?

¿Has utilizado alguna vez tus gafas de diadema?

Las lentes son productos fabricados con alta tecnología para poder ofrecer una altísima calidad visual. En las monturas se utilizan nuevos materiales para que las gafas sean cada vez más ligeras y no notes que las llevas. Por eso darles un buen mantenimiento a tus gafas es de suma importancia.

Los cristales están sucios, ¿cómo debería limpiarlos?

La limpieza de todo tipo de lentes deberá realizarse siempre en húmedo para evitar rayones en los mismos.

Pondremos debajo del grifo las gafas y utilzaremos jabón neutro (sí, el jabón de manos que tienes en el baño servirá) para enjabonar los cristales con los dedos por las dos caras del cristal y enjuagaremos. Secaremos posteriormente con una gamuza o pañuelo de papel suave.

Agua + Jabón + Gamuza

Si dispones de poco tiempo o estás en la calle o en el trabajo podrás utilizar soluciones especiales en spray para su limpieza (disponibles en cualquier óptica), secando posteriormente de la misma manera.

La limpieza en seco ¿es una opción?

Es muy importante que nunca limpies en seco tus lentes ya que se rayarán y no tendrán solución. Es importante que sepas que no existe ningún método para poder pulir las lentes una vez se han rayado.

¿Es bueno limpiar las gafas con lavavajillas?

Es una pregunta que nos llega con cierta y frecuencia y que queremos aclarar: estos productos son muy agresivos y pueden deteriorar tratamientos especiales tanto de la lente como de la montura, por lo que no es aconsejable su uso.

¿Qué productos debo evitar a toda costa?

No debemos utilizar lejías, acetonas, disolventes o alcoholes. Aunque algunos materiales sí pueden soportar este tipo de productos, hoy en día se utilizan infinidad de fusiones de materiales, con lo cual es posible que hayas utilizado alcochol con tu gafa antigua y nunca le haya pasado nada, pero estropees tus nuevas gafas por realizar esta práctica.

¿Sabías que las gamuzas de microfibra se pueden lavar en la lavadora?

Habrás notado que con el tiempo la gamuza con la que limpias tus gafas ya no limpia como antes, la solución es más fácil de lo que imaginas, ¡ponla en la lavadora junto a tu colada!. Como curiosidad te diremos que además, estas gamuzas limpian muy bien las pantallas de móviles, televisores, etc.

No las olvides en cualquier parte

Nunca expondremos al sol o a altas temperaturas las lentes, ya que se podrá provocar un deterioro en los tratamientos de las mismas, sobre todo en lentes reducidas de espesor.

Un buen ajuste de la montura, igual de importante

Cuando se encargan unas gafas las lentes son pedidas al laboratorio para posteriormente ser adaptadas de manera personalizada a la montura elegida. Para ello se tiene en cuenta la posición de los ojos de forma que cuando el usuario se ponga las gafas, las lentes queden exactamente centradas en la pupila.

Si tu gafa está torcida o desajustada ese centro óptico no estará alineado con tus ojos y producirá algunos efectos indeseados como mareos, mala visión (sobre todo en lentes progresivas), incomodidad visual…

Para evitar estos desajustes te recomendamos:

  • Quítate las gafas con ambas manos, tirando de la parte frontal. De esta forma ninguna de las patillas tendrá que doblarse y ceder.
  • Guarda tus gafas en su estuche cuando no las estés utilizando, sobre todo si van a estar dentro un bolso o mochila.
  • Nunca apoyes las gafas boca abajo ya que las lentes se rayarán.
  • No pongas las gafas de diadema, hará que las patillas vayan cediendo cada vez más.
  • En general, con el uso, las gafas se pueden ir desajustando o cediendo. Por eso cada cierto tiempo es importante pasar por tu óptica a darles un ajuste general.
  • También es importante cómo se sujeta la montura para limpiar las gafas, ya que si no se sujeta bien puede provocar desajustes incluso roturas. La forma ideal es cogerlas por la zona frontal y no por las patillas.

Las plaquetas, el apoyo de las gafas sobre la nariz

Las gafas de metal tienen unas piezas de plástico que se apoyan en la nariz, estas piezas se llaman plaquetas y suelen ser de silicona. La silicona es un material blando que hace que el apoyo sea más suave. El uso y el contacto directo con la piel provoca que se vayan deteriorando, queden de color amarillento e incluso se rompan. Pero no te preocupes, estas piezas pueden sustituirse cada cierto tiempo para alargar la vida de tus gafas, además, al cambiarlas parecerá que las gafas tienen otro aspecto por un bajo coste.